
Cueste lo que cueste
Cueste lo que cueste nace de una búsqueda personal y periodística por reconstruir una memoria que durante décadas fue silenciada. El punto de partida fue mi propia historia familiar: la necesidad de comprender qué había ocurrido con uno de mis antepasados desaparecidos durante la Guerra Civil. Ese viaje, que comenzó en el ámbito íntimo, me llevó a recorrer fosas comunes, archivos, cementerios y testimonios que revelan una realidad colectiva marcada por la represión y el olvido.
El título del libro recupera la frase que Francisco Franco pronunció ante el periodista Jay Allen en 1936 —“seguiremos cueste lo que cueste”—, símbolo de la determinación con la que se impuso el terror. A partir de esa idea, el proyecto combina imagen, documento y palabra para narrar la historia de quienes soñaron con un país libre y pagaron con su vida ese sueño. Pero también habla de quienes, tantos años después, siguen buscando a sus desaparecidos, convencidos de que solo al abrir una fosa comienzan a cerrarse las heridas.

